Según el Atlas sociolingüístico de los pueblos indígenas de América Latina, Publicado por UNICEF en el año 2009 existen hoy en nuestro subcontinente 522 pueblos originarios y 420 lenguas indígenas en uso. Este mismo documento señala que la población indígena en la región asciende a un total de 29.496.894 personas. Cifra obtenida de los correspondientes censos nacionales. Esto indica que las culturas originarias y mestizas se mantienen en pie y sobreviven, a pesar de la negación y el acorralamiento cotidiano de que son objeto (En: Palabras Originarias. La estación)
Dos sitios con información muy completa.
Interesante sitio que presenta la información teniendo en cuenta las áreas culturales y describe en secciones todas las manifestaciones culturales de nuestros pueblo originarios.
Sayhuite es un yacimiento arqueólogico inca situado a unos 47 kilómetros al este de Abancay en Perú. Según los historiadores el lugar era un santuario relacionado con el culto al agua, con un templo que las leyendas describen como cubierto por láminas de oro del grosor de una mano. Se han hallado múltiples restos en el lugar, pero el más extraño de todos es la Piedra de Sayhuite.
Cuando los españoles llegaron a Sayhuite, según cuenta John Hemming en su libro Monuments of the Incas, el templo estaba regido por la sacerdotisa Asarpay quien, antes de ser capturada, se arrojó desde lo alto de una cascada cercana de 400 metros de alto.
El más extraño de todos estos bloques es la Piedra de Sayhuite, un enorme monolito en el que hay relieves geométricos y zoomorfos, como reptiles, ranas y felinos. Se encontró en lo alto de la colina Concacha, y los expertos creen que puede ser una especie de modelo topográfico hidraúlico. En la piedra se pueden apreciar claramente terrazas, estanques, ríos, túneles y canales de irrigación.
Los quipus de Huarochirí
La antropóloga Sabine Hyland estudió quipus de la localidad de Collata, estos quipus expresan sílabas fonéticas (no sonidos de letras alfabéticas)
Esto lo logran a través del uso de fibras de vicuñas, alpaca y ciervo para indicar el significado. Es decir, hay que sentir con las manos las texturas de las cuerdas y los nudos para descifrar este texto tridimensional.
Estos quipus llegan a usar 14 colores y 6 fibras de diferentes animales (vicuña, alpaca, guanaco, llama, ciervo y vizcacha), contrastan con los quipus para la contabilidad regional. Y es que en el análisis de los hilos y nudos se reveló que contenían 95 diferentes símbolos, más que los usados para la contabilidad regional.
Esta investigación plantea que los quipus de San Juan de Collata son los primeros en ser identificados, confiablemente, como epístolas narrativas. Un sistema memotécnico compartido de tal complejidad que presupone un sistema de escritura mutuamente comprensible, probablemente logosilábico y aparentemente extendido entre la gente de la provincia de Huarochirí en el siglo XVIII.
Hyland ha descifrado fonéticamente dos nombres de linaje en los quipus hasta ahora, y continúa la investigación de campo y de archivos para descifrar el resto.
Los quipus de Collata proporcionarían la primera evidencia de que los Incas pudieron haber poseído escritura fonética. Sobre ello hay que recordar que los quipus más antiguos, de hace 5000 años, han sido hallados en Caral.
Manny Medrano con 21 años es un estudiante de la Universidad de Harvard que invirtió su tiempo de vacaciones para estudiar las cuerdas quipus de las que cree haber ‘Hackeado’ el secreto detrás de su significado.
El joven apasionado por la arqueología, las matemáticas y la economía tuvo la oportunidad de estudiar una colección de quipus de un ciudadano italiano, que actualmente reside en Perú.
“Pensamos en el lenguaje como algo hablado o escrito”, expone Medrano. “Pero los quipu realmente rompen ese límite y hacen del lenguaje algo que se puede percibir, tocar y manejar con los manos”, agrega.
Su pesquisa lo llevó a trazar gráficos luego de comparar los quipus que disponía y un antiguo documento de censo elaborado por autoridades españolas del entonces que residían en la misma zona donde estaban los códigos incaicos.”Hubo una coincidencia que era demasiado fuerte para que fuera aleatoria”, afirmó el estudiante.
“Manny los descrifró, concentrándose en sus colores y en su construcción y su dirección” afirmó Gary Urton, profesor encargado de dirigir la investigación de Medrano.
Medrano no tardó en darse cuenta que el número de cuerdas con colores únicos casi coincidía con la cantidad de nombres registrados en el documento de censo, por lo que a cada nombre le correspondería un color.
“Había muchas combinaciones de colores diferentes, ya fuera en colores sólidos o de dos colores juntos”, puntualiza Medrano, concluyendo que era “suficiente diversidad para codificar un idioma”.
Respecto a los quipus, compartían todos similitudes y provenían de un lugar funerario ubicado en la costa norte del Perú; por otro lado, el documento de censo hacía referencia a 132 contribuyentes.
Los hallazgos esperan ser publicados en la revista Ethnohistiry, donde serán ampliados los detalles relacionados al Tawantinsuyo, término que traduce “las cuatro porciones del mundo” donde estaban comprendidos gran parte de los territorios de Colombia, el sur de Chile, Bolivia, Argentina y una fracción de la selva amazónica, zonas en las que tenía soberanía la civilización inca.
Fuente>INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas)
Más voces en: http://bibliotecasypueblosoriginarios.blogspot.com.ar/2007/11/palabras-orgenes-y-connotaciones.html
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